LOS PERIÓDICOS EN SUDCALIFORNIA
La lejanía de Baja California del resto de
la república, dado su carácter prácticamente insular, dio pie a que el escritor y periodista Fernando Jordán la llamara El
Otro México. La superficie desértica y las poco desarrolladas comunicaciones terrestres, dificultaron el fluir de las noticias
en su lenta y a veces desesperante etapa de colonización. Un ejemplo representativo de esto es el retraso de la entrada en
vigor de las disposiciones jurídicas dictadas desde la capital, como el caso de la Independencia, que dada la circunstancia,
en este territorio no originó movilizaciones de tropa ni generó inquietudes en la población, aunque creó un ambiente de velada
incertidumbre entre los integrantes del clero.
La independencia fue jurada en La Paz hasta el 7 de marzo de 1822[i], seis meses después de su consumación[ii]. Esto nos da una idea de la escasa comunicación.
Otro hecho igualmente
significativo ocurre en el marco de la injusta guerra con los Estados Unidos. Al respecto el historiador Pablo L. Martínez
refiere: en el mes de abril de 1848, dos meses después de concertado el Tratado de Guadalupe (2 de febrero de 1848), cuando
ya estaba firmada la paz, hubo todavía una escaramuza en San Antonio, en la que los norteamericanos capturaron una bandera
mexicana que fue devuelta a México en ocasión del primer centenario de la guerra, y se encuentra en el museo histórico de
la ciudad de México[iii].
Dado el aislamiento y las escasas comunicaciones terrestres, la prensa escrita en Baja California Sur no tuvo un amplio
desarrollo y consolidación como ocurrió en otros estados de la república, donde aún existen publicaciones centenarias. Aquí
las dificultades para imprimir periódicos estuvieron ligadas a la escasa población existente. Los primeros periódicos que
surgieron en La Paz, nacieron a raíz de la necesidad del gobierno territorial de dar a conocer sus partes oficiales, principalmente.
Con la difusión de la imprenta en todo el país, nació el oficio de tipógrafo en el que rápidamente se especializaron
ingeniosos mexicanos. Uno de ellos, Miguel Fernández Castro, fue quien estableció
la primer imprenta de la península en La Paz en 1854 y editó el periódico EL CENTINELA.
Desde entonces, los trabajos de impresión de organismos privados y gubernamentales que antes se realizaban por encargo
en ciudades como Mazatlán y Culiacán, pudieron hacerse en La Paz, aunque con capacidades técnicas muy limitadas que poco a
poco fueron ampliándose, a la par del desarrollo.
Fuera de La Paz, circularon publicaciones locales en poblados como El Triunfo y Santa Rosalía durante la etapa de auge
económico por la explotación minera. También hay revelaciones de la existencia de pequeños periódicos editados en San José
del Cabo, Todos Santos, Miraflores y Mulegé.
Sin embargo, son escasas las referencias documentales que existen respecto al periodismo escrito en sudcalifornia.
Algunas publicaciones se encuentran bajo resguardo del Archivo Histórico Pablo L. Martínez del gobierno del estado, que es
donde realizamos parte de esta investigación documental. Ha sido difícil seguir la huella de los periódicos que se han editado,
ya que de muchos de ellos sólo existe un número, de otros ninguno, sólo referencia de autores o protagonistas de la época
que avalan su existencia, como es el caso de El Cronista, que supuestamente se imprimió en esta capital en 1855, sin que se
haya conocido físicamente algún ejemplar[iv].
Al existir referencias hemerográficas tan escasas sobre el periodismo sudcaliforniano en la etapa que cubrimos en esta
investigación (1854-1967), ha sido tarea complicada precisar la fecha exacta de la desaparición de la gran mayoría de las
publicaciones impresas que hacemos mención, pero consideramos que lo más importante es dejar constancia de su existencia,
además de evaluar su contenido editorial en los ejemplares que tuvimos a la vista, en base a su contexto histórico.
Durante mucho tiempo los periódicos de sudcalifornia no fueron diarios; salían cada semana, quincena o mes e informaban,
además de las disposiciones oficiales emanadas en su gran mayoría de la ciudad de México, noticias locales entre las que se
encontraban avisos de la visita de doctores, fotógrafos, bandas de música y prominentes hombres públicos. Dedicaban gran espacio
a los acontecimientos sociales como bodas, bautizos, nacimientos, defunciones y detallaban la llegada de barcos, su cargamento
y tripulación. En otros casos también se utilizaron para publicar los resultados de los exámenes de alumnos de escuelas locales.
El contenido era muy diverso. En los primeros periódicos no había secciones definidas, todo era un collage donde, por
citar un ejemplo, a un lado de una disposición oficial encontramos un aviso como el siguiente: los cerdos que vaguen por las
calles y suburbios de la ciudad, serán decomisados aplicándosele el importe de venta al fondo municipal. Este anuncio fue
publicado en el periódico LA BAJA CALIFORNIA el 10 de noviembre de 1877, cuando en la ciudad de La Paz el estilo de
vida era como el de cualquier pequeño pueblo.
Con tirajes cortos, el tamaño de los periódicos variaba desde el estándar hasta pequeños pasquines a doble carta tipo
revista. El contenido era distribuido en cuatro y hasta ocho páginas. Su calidad de impresión era buena, aun cuando las ilustraciones
fueron escasamente utilizadas, por lo que en sus planas desplegaban por lo regular sólo texto.
A girar su vida entorno al gobierno territorial, los periódicos eran de carácter oficial o semioficial, pero a pesar
de esto, algunos redactores también aprovecharon estos medios para criticar al inestable gobierno federal surgido de la Reforma,
como la extraña actitud del presidente Benito Juárez, cuando firmó en marzo de 1864 una concesión de terrenos baldíos en la
parte central de la península a un grupo de norteamericanos encabezados por Jacobo P. Leese, hecho que causó desaprobación
en muchos sectores de la población sudcalifoniana que valientemente y a costa de gran sacrificio, ya había rechazado los intereses
aviesos de nuestros vecinos del Norte durante el conflicto bélico México Estados Unidos y durante las agresiones filibusteras
de mercenarios procedentes de San Francisco, amén de la valiente postura de los editores de EL MEXICANO en contra del
gobierno imperial, al que nunca se adhirió este territorio.
A lo largo del período de aplicación efectiva de las Leyes de Reforma[v], en 1875 se dio en La Paz un periodismo combativo, donde a manera de sátiras anónimas intentaron ridiculizarse liberales
y conservadores a tal grado, que se llegó a recomendar por parte del gobierno local al obispo fray Ramón Moreno y Castañeda,
que abandonara el territorio. Este sacerdote, cabeza visible del bando católico conservador, desde el púlpito de la iglesia
se habría pronunciado en contra de la obligatoriedad del matrimonio civil y gustaba de pasear con sotana por las calles de
la ciudad, algo muy mal visto por las autoridades civiles que en un exceso de patriotismo condenaron la actitud del sacerdote.
Existen también referencias documentales de que circularon en este puerto escasas publicaciones foráneas con noticias
sobre la situación que prevalecía en el territorio nacional durante la etapa de la Guerras de Reforma, intervención francesa
y sobre los acontecimientos que precedieron y se vivieron en la época revolucionaria. Sin embargo, por la lejanía (la única
comunicación de La Paz con el resto del país era la vía marítima) éstas llegaban esporádicamente y a manos de personas que
participaron en el comercio y la administración pública, no a la población en general. Recordemos que sobre en la etapa porfirista,
se ejerció una fuerte censura en la totalidad de los periódicos y cualquier crítica a los representantes del gobierno central,
destinaba a los redactores al destierro, como ocurrió en el caso del escritor Adrián Odilón Valadés Cobos[vi]. En ningún medio local encontramos críticas al general Porfirio Díaz.
El desarrollo de la prensa
en la península fue netamente regional, ya que el núcleo de influencia específica de los periódicos y revistas estuvo limitado
a la zona donde fueron impresos. Fue hasta la aparición del periódico EL SUDCALIFORNIANO, en mayo de 1967, cuando la
prensa a la par del mejoramiento carretero en la media península, va adquiriendo un cariz de mayor amplitud territorial.
Es esta la etapa del periodismo impreso a la que intentamos dar cobertura en este ensayo (1854 1967).
[i] ¿Qué Desea Saber? Baja California Sur.- Armando Trasviña Taylor (1990). P. 26.
[ii] La consumación de la Independencia ocurre el 27 de septiembre de 1821, cuando
las tropas del Ejército Trigarante hacen su entrada triunfal a la ciudad de México. Un día después se firma el Acta de Independencia
del Imperio Mexicano.
[iii] Trasviña Taylor, Armando, Op.
Cit. P. 27
[iv] El historiador Eligio Moisés Coronado, en su participación para la memoria
del VI Simposio de Cultura y Antropología Regional, deja establecido que está en búsqueda de un ejemplar de El Cronista,
publicado en La Paz en marzo de 1855.
[v] Las conocidas Leyes de Reforma fueron decretadas en la ciudad de México el
20 de septiembre de 1873 y promulgadas el 5 de octubre del mismo año.
[vi] Adrián Odilón Valadés criticó al gobernador porfirista Agustín Sanginés, en
la primera década del siglo XX. En ningún medio local encontramos críticas directas al general Porfirio Díaz.